James aparece impaciente
James entró rebotando con su maleta y una amplia sonrisa, anunciando alegremente: “¡Hola a todos! ¿Preparados para un fin de semana divertido?”, completamente inconsciente de la tensión que se cocía a fuego lento bajo la superficie. Sus ojos recorrieron la habitación y se posaron en Lisa y en mí, llenos de inocente entusiasmo. Lisa le saludó cordialmente y yo asentí con la cabeza, apreciando la ligereza que aportaba sin saberlo. En una casa repleta de verdades tácitas y dinámicas tensas, James era un bienvenido soplo de aire fresco.

James aparece con impaciencia
Una inhalación prolongada
Salí al camino de entrada y respiré hondo, dejando que la fresca brisa del atardecer me envolviera y reforzara mi determinación. Me proporcionó la calma que necesitaba para soportar el despliegue teatral del fin de semana. Decidí dejar que siguieran adelante, creyendo felizmente que tenían todo el poder. La verdad se revelaría muy pronto y, cuando lo hiciera, estaría preparada, firme y sonriente, con pleno control de lo que ocurriera a continuación.

Una inhalación prolongada