Fuerte impacto
Otro fuerte golpe resonó desde el interior del despacho, sacudiendo a Lena. La ansiedad que la había mantenido inmóvil todo aquel tiempo estalló en pánico. “¡Tenemos que hacer algo!”, exclamó, levantándose bruscamente de la silla. Rachel la miró con los ojos muy abiertos, sorprendida y preocupada, pero antes de que pudiera reaccionar, resonó otro estruendo en el pasillo, aún más fuerte. El miedo por la seguridad de su madre llevó a Lena más allá de toda vacilación, decidida a hacer lo que hiciera falta para averiguar qué ocurría tras aquellas puertas.

Fuerte impacto
El pánico de Lena
Lena se puso en pie de un salto, con el corazón agitado, y corrió hacia la puerta, abriéndola de un tirón con frenética fuerza. “¡Lena, espera!” Rachel la siguió, pero ya era demasiado tarde: Lena ya estaba delante de la puerta, que abrió de un tirón, con el corazón acelerado, ansiosa por comprender lo que ocurría dentro. La escena que se presentó ante sus ojos fue un puñetazo en el estómago: la pila de papeles del escritorio estaba desparramada por el suelo, y en el lugar de Hannah estaba el director, con expresión dura, mientras su madre se inclinaba hacia delante sobre el escritorio, visiblemente conmocionada. La confusión y el terror invadían el ambiente.

El pánico de Lena