Oficina limpia
El despacho se había arreglado cuidadosamente durante su ausencia. Las mesas estaban ordenadas y los documentos bien apilados, como si nunca hubiera pasado nada. Rachel estaba terminando de ordenar todo y, cuando los vio entrar, levantó la vista y su rostro expresaba un evidente alivio. “Todo vuelve a estar en orden -dijo, intentando esbozar una sonrisa. La directora asintió con la cabeza mientras Hannah guiaba a Lena hasta una silla. Lena se sentó sin decir palabra, con el rostro aún sombrío y una desgana palpable en el aire.

Despacho despejado
Entrega discreta
La recepcionista, visiblemente avergonzada por saber lo que había ocurrido realmente entre el director y Hannah, le entregó discretamente algo al director. “Aquí tiene, señor Davis”, murmuró, evitando cuidadosamente el contacto visual. Él cogió el objeto con un rápido movimiento de cabeza, sin ninguna emoción en el rostro. Hannah se percató del gesto, pero no hizo ningún comentario; su atención estaba completamente centrada en Lena, que se agitaba nerviosa en su silla, con una incomodidad evidente en sus movimientos.

Entrega discreta